11.3.17

EN ESTE VIAJE APRENDI QUE

EN ESTE VIAJE APRENDI QUE
Aprendí que la vida no es justa, pero si dejas que el agua corra, las verdades salen a flote solitas y sin necesidad de demostrar nada.
Aprendí que en las maletas, te llevas mucho más que ropa y accesorios… te llevas tus asuntos no resueltos, las lecciones no aprendidas y te encuentras con tus mismas circunstancias, en otras caras, otros cuerpos y otros paisajes.

Aprendí que la gente que te valora y te ama, te extrañará por siempre, dejando ver los vínculos basados en la lealtad, la honestidad y el amor. Y la gente destructiva y tóxica, lo seguirá siendo a pesar de poner tierra de por medio, porque no han aprendido a vivir de otra manera y la única forma de desprenderte de ellos es desatar tú mismo, los enganches emocionales que mantienes con ellos, por tu necesidad de pertenecer.

Aprendí que la única manera de iniciar una nueva vida, no es cambiándote de casa, ni de familia y mucho menos de país… iniciar un nueva vida, implica una decisión de romper internamente con todo lo que te limita y lo que te pesa. La misma vida se ocupa de poner todo en su lugar, si realmente se suelta todo aquello que dolió pero que, paradójicamente fue lo que te hizo estar en el lugar donde estas hoy y te hizo crecer y madurar.

Aprendí que en otro país tal vez no eres nadie para el mundo, pero tú lo eres todo para ti mism@, y cuentas solo contigo para edificar tus sueños y saberte protegido por la vida, a pesar de situaciones adversas.
Aprendi que es tan poco lo que necesita para vivir… basta con dos maletas, tus recuerdos, tus recursos internos y saber quién eres, para que la vida comience a sonreírte de nuevo. Que las cosas que dejaste son solo eso… COSAS, y que al igual que con la muerte, no te llevarás nada que realmente no necesites… y solo necesitas poquito y lo más grande que se tiene que es el alma y tu ser.

Aprendí que los títulos y los papeles en regla, no te hacer SER. Que muchas veces las más grandes oportunidades se te presentan sin necesidad de ellos y que si dejas que la vida te sorprenda, encontrarás caminos insospechados para cumplir tus sueños, y que no se te desprende de nada que no haya estado perdido ya, desde hace mucho tiempo.

Por fin aprendí esa frase que tantas veces escuche… “Rico no es el que más tiene, si no el que menos necesita”, y reitero mi gran aprendizaje… SE NECESITA MUY POCO PARA VIVIR… PERO VIVIR DE VERDAD  implica mucho más que ropa, propiedades o dinero… implica mucho trabajo interno y consciencia, que es lo que más nos cuesta en la vida, porque conlleva atravesar dolores y heridas viejas.
Aprendí que desde el momento en que te sellan el pasaporte de entrada a un nuevo país, inevitablemente te sellan también el corazón, y ese sello queda impreso para toda la vida… y que si no honras y agradeces las tierras que dejaste, no te irá bien en la que pises.
La gente y la vida sigue su curso, y cada burro tira para su monte… así que el encargado de tu vida eres tú y eres el único responsable de la vida que sostienes en tu manos… donde sea… a donde vayas!
Aprendi que el aMor es eterno, me refiero al verdadero AMOR, que el verdadero amor no  mira los años de vida de alguien. }Aprendi tantas cosas en este hermoso viaje que me hacen millonaria de tan lindas experiencias incluidas tambien las "malas" experiencias, realmente si miras con los ojos del corazon, esas malas experiencias son grandes lecciones que en la comodidad y en la seguridad de tu casa jamas hubieses aprendido.
Agradezco y bendigo mi aprendizaje en este hermoso viaje, agradezco los compañeros de viaje que el universo tan sabiamente puso en mi camino, bendigo grandemente a cada uno.
Rosi.

9.3.17

NUESTRO VIAJE ES UN MOTIVO Y UNA MOTIVACION

Muchos me preguntaron si me fui para escapar de algo o de alguien y, por el contrario, me fui para afrontar la máxima de las realidades individuales: el propio ser. Uno no puede escapar de sus problemas porque todos ellos fueron rotulados y creados en nuestra mente. Los llevamos a donde sea y a veces ellos nos llevan a nosotros.  Siempre es más grande el viaje interior que el recorrido por el mundo.
Antes de salir de casa, alla en Europa, mi hermana mayor me abrazó y me dijo: Rosi, viaja lo suficiente como para conocerte a ti misma. En ese momento no entendí sus palabras. Yo viajaba para ampliar mis horizontes, conocer el mundo, ver lo diverso de otras culturas... de mí ya sabía suficiente. Ahora, mirando hacia atrás puedo entender lo que mi hermana mayor me quiso decir: todos los viajes son expediciones al interior de nuestra alma. No importa a dónde vayamos ni cuánto planeemos el itinerario, al final la jornada se trata de enfrentarse a la incertidumbre del siguiente paso, de retar al carácter, de conocer los límites propios y saber de lo que somos capaces.
Claro que he conocido rincones insólitos y personas maravillosas, pero ante todo me he conocido a mí misma.

Nunca antes había confrontado mis certezas, puesto a prueba mis creencias o deshecho mis prejuicios como en este viaje. Y descubri que :
Los prejuicios nacen del miedo a exerimentar cambios trascendentales en un@ mism@, cambios y pruebas que en vez de debilitarnos nos estan fortaleciendo creando caparazones de proteccion.
En los últimos 11 meses conocí más gente que en el resto de mi vida anterior, tuve que morir forzosamente y por motivos ajenos a mi voluntad. Siii, tuve que morir... En pueblos recónditos pude acercarme a las casas de las personas, probar su comida, bailar su música, "rezarles a sus dioses".
Muchas veces tuve miedo, me creí en peligro, sentí que los otros eran extraños, que sus costumbres eran agresivas y sus creencias limitadas. Pero pronto descubrí que la extraña era yo. Yo era el intruso en un mundo que funcionaba bajo lógicas diferentes a la mía. No hay nada extraño y no hay nada normal, hay simplemente formas diferentes de ver el mundo.
Comprendí que es mucho más enriquecedor ver en los demás una potencial fuente de aprendizaje que juzgar su manera de vivir. Una vez que te olvidas del miedo y te acercas con respeto y curiosidad, todas las puertas se abren, incluidas las de tu corazón.
Vivir un paso a la vez es deleitarse con la vida.
En muchos lugares de mi recorrido me detuve para sentir el ritmo del lugar. Estuve en ciudades, pueblos, desiertos, salares, campos abiertos y montañas. Cada sitio tiene su forma de moverse y de hablar, y en muchas ocasiones pasamos de largo sin permitirle al lugar enseñarnos su esencia. Viajamos a veces de prisa, a veces en calma absoluta, con la cámara en la mano, ávidos de coleccionar postales y sellos en el pasaporte, nos retratamos con monumentos, entramos corriendo a los museos y lugares imperdibles. Somos turistas y extranjeros para quien nos pide nuestros papeles de identificacion, somos un numero para el sistema, solo eso, un simple numero mas que personas o seres humanos, pero nunca hacemos parte en realidad del lugar.
En este tiempo aprendí que lo importante no es acumular fotos espectaculares y abarcar la mayor extensión de tierra en el menor tiempo posible. Lo importante del viaje es vivir cada paso, detenerse y sentir el aire, descubrir un rincón único en cada país en cada pueblito, hablar con los locales. Viajar no es ir de un check point a otro, es adentrarse en el corazón de lo desconocido, saborear cada etapa del camino....
Es ...ensuciarse las manos y la cara maquillarla con el ollin de nuestras ollas de viaje tiznadas de tantas fogatas a la orilla del camino.

Pasamos con nuestro pequeño grupo varias noches en diferentes y oscuros caminos, a veces con cielos nublados, a veces con lluvia y muchas veces con millones de estrellas; Conocimos mochileros, artesanos, artesanganos, malabaristas, hippie locos y mochivagos con ellos jugamos muchos partidos de Chinchon, al truco y al póker y tomando unos ricos mates y algunas veces unos chupitos de Ron para ayudar a pasar el frio de las noches cordilleranas y altiplanicas.
En esas noches oscuras conocimos a un viajero de nombre Rafaello, que tendría unos 50 y algo de años, quien ,resultó ser un personaje bastante curioso, increible, genio y desempleado del sistema.

Desde que El era un adolescente se había pasado la vida viajando por el mundo trabajando en lo que fuese para simplemente mantenerse vivo. Trabajaba durante un tiempo, normalmente en lItalia, luego por Grecia, Slovenia y Austria y, cuando tenía algo ahorrado, aprovechaba para viajar por el resto del mundo. Nos amenizó las noches con historietas de su época mística, cuando buscaba su verdadero yo probando peyote en diferentes lugares y hablando con su  alter ego después de haber tomado ayahuasca en Cuzco y en Ecuador. En fin, mas de mil y una noches entretenidas. Sera una gran amigo de mi padre cuando lleguemos al Equilibrio.  Nos preguntaron varios viajeros y personas que hemos conocido si nuestro viaje era puramente turismo  o era otra cosa... y...
No,  no realizamos estos viajes como una forma de turismo tradicional,  es un viaje para toda aquella persona que habiendo hecho un cambio en su vida, haya decidido vivirla de un modo Espiritual, para los que estén transitando por el camino del Descubrimiento Interior y para aquellos que aún no han comenzado pero que sienten hoy una gran necesidad del Despertar de su propia Conciencia, sin misticismos baratos, sin rituales y ceremoniales religiosos.

Es por este motivo que nuestros viajes intentan encontrar el Descubrimiento Interior en cada uno de nosotros, el Despertar de una Nueva y Verdadera Conciencia a la cual nos está llamando todo lo tangible y lo intangible que nos rodea, al respeto y al cuidado de la comunidad que conformamos, la integridad ecológica y la construcción de una verdadera cultura de Paz.
Continuara.... Se uniran Kamo y Moises al Equilibrio.