Johanna y Emilio, a los 18 años, sólo querían ser felices. No pedían aguantar o soportar más los abusos a los que llego la sociead "moderna", se dieron cuenta que el sistema social producia esclavos, que debian estudiar y prepararse para ser un monigote mas del sistema social, estudiar, trabajar, producir pagar impuetos por vivir, por la casa que era propia, por el derecho a tener salud, por el dereho a transitar, por el derecho a ocupar el espacio de terreno que con tantos esfuerzos y sacrificios habian comprado, Ahora ya era propio pero, que habia que seguir pagando "impuestos" simplemente por el derecho a ocupar ese espacio de tierra.
Johanna, estaba realmente conectada con lo esencial. Después de las vacaciones por Sudamerica, con una mochila al hombro y ver la realidad en la que viven otras personas , juró nunca renunciar a la simpleza de vivir trabajando la tierra.
Juntos, Johanna y Emilio, llenos de amor y totalmente vaciados económicamente, sin un centavo, sin un trabajo y sin un salario digno, dieron comienzo al camino de la vida como pareja a los 27 años de edad. Los conoci en Jujuy, Argentina, estaban hartos de tener que trabajar para pagar impuestos por la casita que supuestamente era de ellos y que un simple papel, (llemesele titulo de propiedad ) decia que eran propietarios pero, la verdad es que no, porque debian continuar pagando y cuando ellos mueran sus hijos continuarian pagando impuestos por el derecho de usar y ocupar ese espacio del territorio nacional.
Lamentablemente, entre los 18 y los 25 años de edad no cumplieron el itinerario de sus sueños, de aquellos sueños que habian trazado juntos sino el de la sociedad.
Para ser felices y no tener problemas y tener un trabajo digno con un salario digno, era necesario acumular información, estudiar una carrera, tener títulos, papeles, palabras de otros que, puestas en sus bocas, parecieran importantes conceptos; después tendrían que comprar una casa o propiedad para tener un hogar digno y bien constituido para que la sociead pudiera tomarlos en cuenta, aunque quedaran 15 años encarcelados económicamente para pagar y pagar y pagar´por algo que certificaba de alguna manera que eran, propietarios.
Ellos mismos, ya contaminados de tanta basura burrocracia e hipocrecias del sistema, concluyeron que, para ser felices, tendrían que llenar ese hogar de aparatos, carros, libros, cosas muertas y miles de chucherías y recuerdos.
Pasaron los años y decidieron que la felicidad, entonces, vendría con los hijos. Y los trajeron al mundo para criarlos como Dios manda.
Para realmente amarlos, los tendrían que abandonarlos por muchas horas cada dia; él saldría de casa a trabajar desde el amanecer y regresaría de noche, a tumbarse en un sofá, lleno de dudas y frustraciones a mirar la propaganda consumista de esa estupida caja llamada television, y ella, aun después del trabajo, seguiría con la doble jornada de casa hasta el agotamiento.
Johanna y Emilio extraviaron su ser, su desarrollo espiritual y humano en el hacer y luego en el tener, para lograr el parecer. Se llenaron de cosas, de miedos, de estrategias, de angustias, y se olvidaron por completo del olor de las montañas, de la selva y del objetivo principal de su vida: Conquistar la felicidad a traves de una vida o estilo de vida simple.
A los 27 años se dieron cuenta que el titulo universitario solo les otorgaria algunos privilegios como un trabajo con horarios extenuantes, pero no les dio la felicidad, solo mas cuentas y mas y mas deudas para mantener el status quo que la sociedad te otorga si tienes un titulo.
Desde que eran niños sus padres les han enseñado que la felicidad consiste en acumular, pero luego no podran moverse con tanta facilidad por el peso de todo eso que han acumulado.
Un dia en una calle cualquiera se encontraron a un vijeo, un vagabundo que les dijo : Ustedes creen que son felices con todo lo que han logrado acumular, metan todas sus cosas en una maleta, todo lo que ustedes consideran que tiene valor. Y luego intenten arrastrarla, salga a la calle y cargue con ella. Con seguridad, el peso no los dejará moverse. Johanna y Emilio se dieron cuenta que se habian convertido en esclavos de sus cosas y propiedades.
Y continuo el viejo vagabundo diciendoles, cuántas oportunidades de felicidad verdadera, han perdido por seguir apegados al mundo material, totalmente convencidos de que necesitan todas esas cosas para ser felices ?.
Se quedaron mudos ante este planteamiento....
Hasta cuándo van a seguir jalando y arrastrando esa maleta?
¿Es realmente esencial lo que llevan ahí?
O realmente es un reflejo de sus inseguridades, de sus miedos y de su enajenación. Lo más seguro es que todo ese mundo material sea un monumento equivalente al tamaño de su incapacidad de encontrar la felicidad en lo simple. Un monumento forjado en el apego.
El apego es un estado emocional y mental de vinculación compulsiva a una persona, a una cosa o estado. Es también una ilusión y una fuerza de condicionamiento social, es una jugarreta de nuestro ego que nos indica que para ser felices necesitamos poseer, obtener y dominar.
Lo que hacemos es programar nuestra mente para ir tras el objeto del apego, como un video juego, como una adiccion a ciertas drogas.
El sistema social esclavista dice no puedes ser feliz si no posees, si no tienes, si no dominas, si no controlas, si no tienes esta persona a tu lado. Pero justo cuando logras conseguir esos objetos en cuestion, a cambio de satisfacción sientes de nuevo el vacío, pues en ese objeto has desplazado tu seguridad.
Al conseguirlo, surge de nuevo la reprogramación del deseo desde la neurosis, acentuando la insatisfacción y la angustia frente al objeto, a la meta y proponiendo a través de la mente un nuevo objeto de apego.
Así comienza la indigna cadena de apegos en la que se extravía tu vida. Cambias lo esencial por lo sucedáneo, te convences de que la felicidad está en el mundo de afuera, en la maleta, en el equipaje y te olvidas de lo esencial, de la simpleza, de la delicia de viajar liviano.
Para poder cambiar, para poder viajar y ver que hay mas alla de la punta de tu nariz debes soltar, liberarte de las anclas de todo eso que te mantiene atado como un esclavo a su cadena, debes renunciar al equipaje, dejarlo atrás; para alzar el vuelo necesitas soltar tanto peso, tantas cosas innecesarias que llevas acumulando por años y hasta por generaciones.
Todas estas cosas materiales y emocionales acumuladas son un reflejo de tu ego transformado en apego. Comienza a soltar, a dejar caer, a romper paradigmas y creencias internas condicionantes que te hicieron creer que para ser feliz tu tenías que tener un titulo, a tener apego a cosas materiales, en vez de la verdadera y absoluta libertad.
El apego, según el budismo, es la raíz del sufrimiento, estar atado a las cosas perecederas es la acentuación del egoísmo y de la ignorancia espiritual. Dejar caer, soltar, es aprender a vivir más ligero, es reconocer que las cosas en sí mismas carecen de importancia, que son nuestros vacíos, nuestras renuncias al camino de lo simple, los que las llenan de insignificancias.
Empieza, si relmente quieres ser LIBRE por limpiar tu mente, por dejar atrás lo que ya no necesitas. Toma los objetos, regala, comparte lo que no usaras mas.
Desprendete del viejo habito de la comida, no comas más de lo que necesitas.
Mira tus relaciones con otras personas, con tus familiares directos: a quién eliges dejar ir?
No cargues más con la vida de nadie.
Observa tus proyectos: Realmente necesitas estudiar algo que no te gusta ?
Haz una limpieza profunda hasta reconocer solo lo esencial y conquistar lo simple. Rompe los hábitos consumistas que te esclavizan y duda de todos los objetos de apego que te limitan.
Deja atrás tanta sofisticación para resolver tus necesidades.
La libertad No es tener, la liberta es no necesitar, es no desear lo innecesario. Ahórrate la vuelta larga y regrese a la vida simple porque en la forma de vida que vives estas muerto. Vete de la selva de cemento con todas sus trampas y ve a vivir en contacto con la naturaleza.
Da comienzo al camino peregrino, que viaja ligero de equipaje con un espíritu solidario que sigue sus sueños de manera espontánea y vive en el aquí y en el ahora. El peregrino sabe descifrar su camino y sueña sus rumbos y no negocia su libertad, no trafica lo sagrado, recupera el paisaje interno rompiendo la ilusión del apego, retando con su libertad, desapego y autenticidad, las trampas más complejas del mundo material.
Lleva en tu bolsita sólo lo estrictamente esencial, lo básico, lo liviano, lo que no puede ser poseído, aquello que no puede ser objeto de apego ni de propiedad:
El amor.
Johanna y Emilio viven actualmente en El Equilibrio, se des hicieron de todo eso que los mantenia atados, cosas materiales, personas, familia, conocidos, tambien se des hicieron de quienes continuaban semana a semana manipulando sus empobrecidas vidas, dandoles los mejores "consejos" de QUE es lo que ellos deben hacer.
Para que sirve el bendito titulo que te dieron al final de la carrera, que te otorga ese titulo ?
Bien estar ? Status social ? Prestigio ? mas y mejores amigos ? Una posicion en el nucleo social ?
Amor puro e infinito a cada uno de ustedes, Rosi.
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